La simplicidad en las cosas, en la vida, esto me fascina. Aqui estoy en Perú en una playa que queda al Norte de Lima, todo estaba en silencio y en profunda meditación, habia mucha paz.
Nuestro Padre nos dice:
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocación, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4: 6-7.
Contrariamente a lo que comunica la publicidad, la paz no viene en un paquete de espuma de baño, ni se la encuentra en una bañera ni tras una puerta cerrada. La paz viene cuando en nuestros caóticos días fijamos la mente en Dios y en su estabilidad. El Dios inmutable está a cargo de nuestros días. Conocer esa verdad es paz.
Que encuentren paz en sus corazones.
Gabi.
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